

Me contaron del vecino,
un tío sano y bien plantado
que prepara oposiciones,
para ser un buen astado.
Él que presume de chulo
entre damas de buen gusto,
y no se come una rosca
y aun se cree astuto.
Debes afinar tu ingenio,
y con tu dama torear,
pues cualquier mal novillero
te la quiere levantar.
Y a las cinco de la tarde
y si el tiempo no lo impide
el que menos te esperas,
le hace a tu dama un quite
y te corta las orejas.
También te corta el rabo
te da una vuelta al ruedo,
y te deja plantado.
Tú de chulito presumido
por la calle estafeta
con tu traje de luces
presumiendo de muleta,
y tu Maruja esperando
que le reciba tan sola
y un buen faenero
espera a puerta gallota.
¡Qué buena faena!!
dos orejas y un solo rabo
y unos buenos cuernos
pa mi vecino , el del cuarto.
Ni el bombero torero
los esperaba tan largos,
y a ti te han caído,
sin haberlos buscado.
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