viernes, 5 de diciembre de 2008


Amada dulce invisible,
Tu perfecta imagen llevo,
Un corazón que imagina,
Es un corazón certero,
Pues el alma que no mira,
Con los ojos de la cara,
Cuando el corazón suspira
Es un mirar del alma,
Los sentidos invisibles
Son las muestras del que ama.
Es la piedra bien pulida
De una expresión abstracta,
¿Es acaso el amor, enfermedad?
Una dolencia deseada,
Si asi fuera enfermaría,
O moriría, en ti amada
Ya sea gusto tacto o vista
Sea efímera o abstracta,
Cuando el corazón siente,
Y el alma despertada.
Las fuerzas del sol divino,
Hacen presencia, en mi casa,
Y este cuerpo que yo habito
Y este fuego que me abrasa,
De cenizas sale el fuego,
De rescoldos apagados,
De la leña mojada,
Crean inciensos, de adorada,
Cuando mira con los ojos
Con los ojos del alma,
La fuerza casi divina,
Habita mi morada,
Con la certeza del que mira,
Exortiza a quien mirara,
Haciendo lazo común,
De los brazos que entrelazan,
Y de los cuerpos que habitan
Las compartidas almas,
Haciendo del dos el uno
La resta multiplicada,
Dos por uno es dos,
Uno mas uno tres,
¿Si existe o no dios?
¿Esta fuerza que es lo que es?

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